Dani Olmo y Pau Víctor enfrentan una inesperada pesadilla en su temporada | Marca

Días complicados, desafiantes y arduos. A la espera de una llamada. Y, sobre todo, con una incertidumbre inesperada. Así están viviendo Dani Olmo y Pau Víctor las primeras jornadas de 2025, cargando con una angustia que no anticipaban, ya que el Barça, en todo momento, les había brindado plena confianza en sus inscripciones. Ambos futbolistas estaban convencidos de que la situación se resolvería antes del 1 de enero. No albergaban dudas. Creyeron en el club.

Los jugadores eran conscientes de las penurias financieras de la institución y de sus apuros para concretar las inscripciones, ya lo fueron en verano cuando el Barça ya tuvo que hacer algunos malabares para anotarlos en LaLiga, pero el mensaje de la Directiva era contundente: cerrarían las operaciones necesarias, algunas ya las tenían arrancadas y encauzadas desde hace meses, para que siguieran formando parte de la plantilla azulgrana. El discurso era claro. La confianza era plena. Estaban tranquilos. Seguros de que su sueño de ser futbolistas del Barcelona iba a tener continuidad: Olmo firmó hasta 2030 y Pau Víctor hasta 2029. Los dos fichajes culés de la 24-25 nunca contaron con la posibilidad de que no estarían inscritos el 1 de enero. No pensaban en que la culminación de su sueño de jugar en el primer equipo catalán estaría minado. 

Laporta, además, de forma pública, el pasado mes de diciembre, comentó en su discurso navideño ante los medios de comunicación que tenían varias vías abiertas para lograr que los dos atacantes siguieran bajo las órdenes de Flick en la segunda vuelta de la temporada. Y ese mensaje es el mismo que trasladó a los futbolistas y al técnico alemán.